Los programas más efectivos en relación a este tema, parten de la premisa, que usted como padre y ciudadano común, tiene el deber moral de denunciar cualquier hecho anormal que vea y/o escuche este involucrado un menor. Lamentablemente, la mayoría de los casos surgen del propio entorno  familiar, lo que significa que la alerta empieza en nuestro propio hogar y/o circulo  mas próximo, si así fuera, aún tratándose de personas cercanas a nosotros, no se deje amilanar por amenazas, la justicia le brindará toda su protección castigando severamente al agresor, y lo que es más importante ayudará al menor física y psicológicamente.

 Se considera maltrato toda acción reiterada a través de diferentes formas de acoso u hostigamiento entre dos alumnos  o entre un alumno y un grupo de compañeros,  cosa que suele ser más frecuente  en el que la víctima está en situación de inferioridad respecto al agresor o agresores.

Así, una pelea entre amigos o compañeros derivada de un malentendido, aunque preocupante, puede ser abordada desde el acuerdo mutuo de no agredirse más o incluso haciendo las paces.

Sin duda que la Seguridad escolar empieza por saber de todos aquellos factores de riesgo que pueden afectar a la juventud. Uno de ello es la situación de las pandillas juveniles y en la medida que sepamos de su accionar, en la misma medida se puede prevenir a nuestros hijos.