El control de acceso constituye la primera barrera física respecto del bien que pretendemos proteger y por ello resulta fundamental utilizar elementos tecnológicos apropiados y acordes cada realidad, mas aun con lo evolutivo que es la delincuencia y la adecuación que constantemente hace para vulnerar estas barreras físicas.
En materia de controles de acceso físico, lo más importante no solo es controlar el paso, sino que limitar a las personas para que accedan solo a las areas autorizadas y debidamente controlados.
La tecnología de hoy cumplir con estos objetivos y con ello cualquier empresa que quiera optimizar sus niveles de seguridad, puede incorporar un sistema de control de acceso, que no solo le permita proteger la infraestructura de su empresa sino también controlar y registrar el movimiento de su personal.
Como acontece con todas las materias de seguridad, cualquier implementación no debe considerarse un gasto mas, sino que al contrario una inversión cuya rentabilidad la notará en la reducción de los riesgos que faciliten la comisión de delitos por la falta de control.
Existen opciones para todas las necesidades. Desde sistemas autónomos para una puerta, hasta sistemas que manejan un sin número de accesos con registro y control desde una computadora.
Hasta hace un par de años, los controles de acceso físico se basaban esencialmente en el trabajo de los Guardias de Seguridad, apoyados por equipos de circuito cerrado de televisión lo que hoy ya no es suficiente. Un buen control de acceso es fundamental en la seguridad por cuanto las cerraduras y llaves convencionales han quedado en el pasado y son fácilmente vulneradas al ser llaves estándar, muy fáciles de copiar, que requieren varias unidades para un mismo acceso y donde no existe registro histórico del acto de entrada o salida. Los sistemas electrónicos de control de acceso, pueden proporcionar seguridad adicional imponiendo reglas de horarios, activando una alarma en caso de intento de acceso no autorizado y almacenando todos los movimientos de acceso, entradas y salidas, todo lo que permite analizar los eventos más adelante de haber detectado una violación de la seguridad.
La tecnología hace posible la integración de mecanismos que miden las características del individuo que quiere el paso libre a determinados espacios, y las comparan con datos previamente almacenados para buscar la plena coincidencia entre la información que entra y la ya disponible.
Nuestra recomendación entonces es tener un control acceso que reúna las siguientes características:
- Apertura con Tarjeta Inteligente de Proximidad (RF Card).
- Apertura con contraseña.
- Cierre automático.
- Sistema de alarmas para detección de intrusos.
Este tipo de control funciona con una clave numérica entre 4 y 12 dígitos que puede ser cambiada por el usuario en cualquier momento. Asimismo permite la aplicación de una Tarjeta Inteligente con chip similar a la conocida tarjeta BIP, luego de registrar información habilitada en la cerradura y/o una llave electrónica con chip incorporado (Kay Tag).
Este control de acceso aporta además a su seguridad un sistema de Alarmas de detección de intrusos y de intentos de forcejeo. Se descarta además que la puerta “se quede sin accionar la llave”, por cuanto al cerrar la puerta, se activa el cerrojo o picaporte en forma automática.
Como complemento al sistema, este control esta dotado de un sensor de incendio de manera tal que si la temperatura interior supera cierto límite, sonará una alarma y se desbloquea todo el sistema de cierre, para la evacuación de emergencia. En esa misma idea ante una emergencia, basta girar la manilla en forma normal para abrir la puerta.
Ficha técnica aquí.
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